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La pintura griega

Pintura mural de Pompeya 01

La pintura griega

Como ya hablé en anteriores entradas, el antiguo arte griego nació por el afán que tenía de comunicarse con sus semejantes, sus dioses y sus muertos. Aunque su historia es larga, diversa y cambiante, llena de altibajos, tienen dos características fundamentales que han logrado mantener a lo largo de toda la historia, la mímesis y el canon (la belleza en el arte griego véase aquí). Aunque como veremos en este artículo no todos los artistas de la época pensaban igual. Aún y todo, hoy en día esa idea es la que ha prevalecido y sabemos que la cultura griega establece las pautas y los fundamentos del arte occidental. Por lo que estos dos conceptos hay que tenerlo en consideración. Ya que de ella, surgieron los conceptos del arte, la filosofía y el saber general posterior, llegando incluso a nuestros días.

Como arte griego, destacan la escultura y la arquitectura, pues son los que más ejemplos han llegado hasta nuestros días. Pero también estaban la cerámica (La cerámica griega véase aquí), la cual se conservan más de 50,000 vasos provenientes de Atenas, y la pintura, que desgraciadamente apenas ha llegado algún ejemplar a nuestros días; muchos de ellos sólo la conocemos a través de escritos.

Tres pintores griegos

La pintura es, de todos los lenguajes artísticos griegos que conocemos, la que menos conocimiento tenemos, ya que como he dicho, apenas ha llegado algún ejemplar a nuestros días. Pero sabemos por escritos y antiguos historiadores, que habían tres excepcionales pintores como Zeuxis, Parrasio y Apeles.

Zeuxis

Zeuxis fue uno de los pintores más cotizados de Atenas, según los escritos de Plinio, Zeuxis regaló sus obras porque consideraba que no había dinero suficiente para pagarlas. Zeuxis fue autor de la escuela de pintura jónica, junto a Parrasio. Pintaba mayormente en tablas más que en murales y se valía de luces y sombras para dar volumen y profundidad a las cosas. Aristóteles lo criticaba diciendo que su búsqueda de la perfección no reflejaba el carácter personal de los personajes, ya que le daba más importancia a la creatividad y la originalidad que al detalle. Fue criticado duramente por la desproporción de las figuras. Según recoge los textos de Sexto Pompeyo Festo, Zeuxis murió debido a un ataque de risa después de pintar de forma grotesca a una anciana.

Parrasio

Parrasio, nació en Éfeso pero se trasladó a Atenas donde pasó gran parte de su vida. Este artista se sitúa en la época de la Guerra del Peloponeso, tal y como lo documenta en los Memorables, en la conversación con Sócrates sobre el arte. Parrasio fue un pintor de la escuela jónica, como Zeuxis. Excéntrico y alocado del lujo, vestía de lujo cada vez que podía. La técnica de Parrasio con los perfiles era de maestría, los pintaba sobre tabla y pergamino, y fueron conservados y muy valorados por pintores posteriores que se utilizó como estudio. Destacó por su estudio sobre el volumen y el relieve en la pintura.

Se cuenta una anécdota sobre la rivalidad que existía entre Zeuxis y Parrasio. La leyenda dice que Zeuxis pintó unas uvas con tal realismo, que consiguió engañar a un pájaro, el cual intentó picotearla. En ese momento, Zeuxis le pidió a Parrasio que apartara la cortina para que le mostrase el cuadro que éste había hecho, pero cuando se dio cuenta que el cuadro de Parrasio era la propia cortina, Zeuxis reconoció la valía y la maestría de Parrasio, pues él había engañado a un pájaro, pero su rival lo había engañado a él.

Apeles

Apeles pintor muy querido, fue el pintor elegido por el propio Alejandro Magno para perpetuar su imagen. Junto a Lisipo como escultor y un orfebre, el cual hoy en día se perdió todo rastro, fueron los únicos artistas oficiales del conquistador. Aunque no se conserve ninguna obra de este artista, sí que se guardan escritos muy detallados de las mismas, que gracias a eso, los artistas del Renacimiento pudieron utilizarlos como estudios e inspiración para sus propias obras. Apeles retrató a Filipo II, a Alejandro Magno y a sus generales, así como diversas obras mitológicas. Su obra más famosa es La calumnia, que gracias a las detalladas descripciones de la misma, artistas como Botticelli o Alberto Durero, retrataron el cuadro cada uno con su estilo. Apeles era bastante receptivo a la critica constructiva, según una leyenda que recoge Plinio el Viejo, un zapatero se dio cuenta de un error que cometió el pintor al pintar el zapato de la figura, y éste lo criticó. Apeles, al oírlo corrigió el error de inmediato. El fanfarrón zapatero, al verlo, hizo otra observación y criticó, esta vez, las piernas de la figura, a lo que el artista le contestó: El zapatero no debe juzgar más arriba de las sandalias. Esto es, Zapatero, a tus zapatos.

Conservación

Las obras pictóricas griegas que actualmente se conocen y se conservan, son decoraciones de ánforas y vasijas, unos pocos mosaicos, y pinturas romanas en las que intervinieron artistas griegos, pero esto consta la época tardía helenística, cuando el imperio romano cogía fuerza y acogió todas las formas artísticas griegas por lo maravillados que estaban. Los murales más significativos que han llegado hasta nuestros días son los de Pompeya, que en consecuencia a la violenta erupción volcánica, al flujo piroclástico y al rápido enfriamiento de la lava, tanto los habitantes como las pinturas, fueron enterradas quedándose casi intactas.

Aparte de esto, gracias a los escritos, sabemos que los griegos pintaron cuadros excelentes, por lo menos murales, y a juzgar por las representaciones que podemos observar en las vasijas, fueron escenas de la vida humana y tradiciones o leyendas mitológicas y heroicas.

También sabemos por escritos y algunos rastros que quedan, que todas las esculturas y arquitecturas griegas, estaban pintadas con colores policromáticos. Utilizando colores básicos y llamativos. Como por ejemplo La acrópolis de Atenas o la estatua de una Koré.